El 25 de noviembre conmemoramos el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, una fecha con una mayor consideración pública en nuestro país año a año. Para sanar una enfermedad social lo primero es tomar plena conciencia del problema y resulta necesario dar notoriedad a días como este. También son necesarios artículos como el que presenta esta entrada.
Siguiendo la analogía de la enfermedad, debemos prestar atención a los síntomas y conocer las causas para poder tratarla. Desgraciadamente, las formas de violencia contra la mujer resultan muy variadas, difíciles de advertir y, en demasiados casos, pasan totalmente desapercibidas. En el artículo de Mª Cruz Díaz de Terán Velasco, El aterrador mosaico de formas de violencia contra mujeres y niñas, publicado en The conversation, se detallan múltiples formas cotidianas e invisibles en las que se ejerce este tipo violencia. Frente a los negacionistas que alegan que la violencia no tiene sexo, el artículo muestra cómo mujeres y niñas reciben ataques específicos hacia ellas de muy distintas y perversas maneras. Todas estas formas de violencia comparten una misma raíz, el machismo.
Enlace al artículo: El aterrador mosaico de formas de violencia contra mujeres y niñas.
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